aEzq. 30:18
nEzq. 24:25
acJer. 14:14; 23:16; Ezq. 7:26
afJob 2:12; Ezq. 27:30
awJob 27:23; Ezq. 25:6

Lamentations 2

Capítulo 2

Juicio de Dios sobre Sión

1¡Cómo el Señor nubló, en Su ira,

A la hija de Sión a!

Ha arrojado del cielo a la tierra b

La gloria de Israel c,

Y no se ha acordado del estrado de Sus pies d

En el día de Su ira.
2El Señor ha devorado, no ha perdonado e

Ninguna de las moradas de Jacob.

Ha derribado en Su furor

Las fortalezas de la hija de Judá f,

Las ha echado por tierra g;

Ha profanado al reino y a sus príncipes h.
3En el ardor de Su ira ha exterminado

Todas las fuerzas
Lit. todo cuerno.
,
j de Israel;

Retiró Su diestra

En presencia del enemigo k;

Y se ha encendido en Jacob como llamas de fuego

Devorando todo en derredor l.
4Ha entesado Su arco m como enemigo,

Ha afirmado Su diestra como adversario

Y ha matado todo lo que era agradable a la vista n;

En la tienda de la hija de Sión

Ha derramado Su furor como fuego o.
5Se ha vuelto el Señor como enemigo p:

Ha devorado a Israel,

Ha devorado todos sus palacios,

Ha destruido sus fortalezas

Y ha multiplicado en la hija de Judá q

El lamento y el duelo r.
6Y ha tratado con violencia a Su tabernáculo, como a cabaña de huerto;

Ha destruido Su lugar de reunión s.

El Señor ha hecho olvidar en Sión

La fiesta solemne y el día de reposo t,

Y en el furor de Su ira ha rechazado

Al rey y al sacerdote u.
7El Señor ha rechazado Su altar,

Ha despreciado Su santuario;

Ha entregado en manos del enemigo v

Los muros de sus palacios w.

Gritos se han dado en la casa del Señor x

Como en día de fiesta solemne.
8El Señor determinó destruir

La muralla de la hija de Sión;

Ha extendido el cordel,

No ha retraído Su mano de destruir,

Y ha hecho que se lamenten el antemuro y el muro y;

A una desfallecen z.
9Se han hundido en la tierra sus puertas aa,

Él ha destruido y quebrado sus cerrojos.

Su rey y sus príncipes están entre las naciones;

Ya no hay ley ab;

Tampoco sus profetas hallan

Visión del Señor ac.
10Están sentados en tierra ad, en silencio ae,

Los ancianos de la hija de Sión.

Han echado polvo sobre sus cabezas af,

Se han ceñido de cilicio ag.

Han inclinado a tierra sus cabezas

Las vírgenes de Jerusalén ah.
11Mis ojos se consumen por las lágrimas,

Hierven mis entrañas ai;

Mi hiel se derrama por tierra aj,

A causa de la destrucción
Lit. del quebranto.
de la hija de mi pueblo
O Jerusalén.
,
am,

Cuando niños y lactantes desfallecen

En las calles de la ciudad an.
12Dicen a sus madres:

«¿Dónde hay grano y vino?».

Mientras desfallecen como heridos

En las calles de la ciudad ao,

Mientras exhalan su espíritu

En el regazo de sus madres ap.
13¿Cómo he de amonestarte aq?

¿A qué te compararé,

Hija de Jerusalén?

¿A qué te igualaré al consolarte,

Virgen hija de Sión ar?

Porque grande como el mar es tu ruina;

¿Quién te podrá sanar as?
14Tus profetas tuvieron para ti

Visiones falsas y necias at,

Y no manifestaron tu iniquidad au

Para que regresaras de tu cautiverio,

Sino que vieron para ti oráculos falsos y engañosos av.
15Baten palmas contra ti

Todos los que pasan por el camino;

Silban aw y mueven sus cabezas

Contra la hija de Jerusalén, diciendo:

«¿Es esta la ciudad de la cual decían ax:

“La perfección de la hermosura ay,

El gozo de toda la tierra az?”».
16Han abierto su boca contra ti

Todos tus enemigos ba;

Silban y rechinan los dientes bb.

Dicen: «La hemos devorado bc.

Ciertamente este es el día que esperábamos bd;

Lo hemos alcanzado, lo hemos visto».
17El Señor ha hecho lo que se propuso be,

Ha cumplido Su palabra

Que había ordenado desde tiempos antiguos.

Ha derribado sin perdonar bf,

Ha hecho que se alegre el enemigo sobre ti bg,

Ha exaltado el poder de tus adversarios bh.
18El corazón de ellos clamó al Señor bi:

«Muralla de la hija de Sión bj,

Corran tus lágrimas como un río día y noche,

No te des reposo,

No tengan descanso tus ojos bk.
19»Levántate, da voces en la noche

Al comenzar las vigilias bl.

Derrama como agua tu corazón

Ante la presencia del Señor bm.

Alza hacia Él tus manos

Por la vida de tus pequeños,

Que desfallecen de hambre bn

En las esquinas de todas las calles bo».
20Mira, oh Señor, y observa:

¿A quién has tratado así bp?

¿Habían de comerse las mujeres el fruto de sus entrañas bq,

A los pequeños criados con cariño?

¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor

El sacerdote y el profeta br?
21Yacen por tierra en las calles

Jóvenes y ancianos;

Mis vírgenes y mis mancebos

Han caído a espada bs.

Has matado en el día de Tu ira,

Has hecho matanza, no has perdonado bt.
22Como en día de fiesta solemne convocaste

Mis terrores de todas partes bu;

Y no hubo en el día de la ira del Señor

Quien escapara bv ni sobreviviera bw.

A los que crié y mantuve,

Mi enemigo los exterminó.
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